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Cáncer de glándulas salivales

La vida como sobreviviente de cáncer de glándulas salivales

Para algunas personas con cáncer de glándulas salivales, el tratamiento eliminará o destruirá el cáncer. Completar el tratamiento puede causarle tanto tensión como entusiasmo. Tal vez sienta alivio de haber completado el tratamiento, aunque aún le resulte difícil no preocuparse de la reaparición del cáncer. Estos sentimientos son muy comunes si usted ha tenido cáncer.

En otras personas, es posible que el cáncer nunca desaparezca por completo. Es posible que algunas personas reciban tratamiento regularmente con quimioterapia o terapia dirigida u otros tratamientos para tratar de ayudar a mantener el cáncer bajo control. Aprender a vivir con un cáncer que no desaparece puede ser difícil y muy estresante,

Pregunte a su médico acerca de un plan de atención para pacientes después del tratamiento

Consulte con su doctor sobre el desarrollo de un plan de atención para después del tratamiento que sea adecuado para usted. Este plan puede incluir:

  • Sugerir un calendario para pruebas y estudios de seguimiento
  • Un programa calendarizado con las fechas para otras pruebas que pueda necesitar en el futuro, como pruebas para la de detección temprana de otros tipos de cáncer
  • Una lista de posibles efectos secundarios tardíos o a largo plazo de su tratamiento, incluyendo a qué prestar atención y cuándo debe comunicarse con su médico
  • Algunas sugerencias de cosas que puede hacer para mejorar su salud e incluso quizás reducir su probabilidad de que el cáncer regrese, como su alimentación y nivel de actividad física
  • Recordatorios de sus citas con su médico de atención primaria, quien vigilará su salud general

Cuidados posteriores (consultas de seguimiento)

Las personas con cáncer de glándulas salivales corren riesgo de que el cáncer vuelva y de padecer nuevos cánceres en el área de la cabeza y el cuello. Por lo tanto, es necesario que se les dé seguimiento de forma rigurosa después del tratamiento. Su equipo de atención oncológica hablará con usted sobre las pruebas que debe hacerse y con qué frecuencia, según el tipo y estadio del cáncer, el tipo de tratamiento que recibió y la probabilidad de que vuelva el cáncer.

Luego de finalizar el tratamiento, es probable que tenga visitas de seguimiento con su médico durante varios años. Es muy importante que acuda a todas sus citas de seguimiento. Durante estas visitas, los médicos le preguntarán si presenta cualquier problema y puede que hagan exámenes, análisis de laboratorios o estudios por imágenes para ver si hay signos de que el cáncer está regresando, de que haya un nuevo cáncer o para tratar efectos secundarios.

Casi todos los tratamientos contra el cáncer pueden causar efectos secundarios. Algunos de ellos pueden durar de unas pocas semanas a varios meses, pero otros pueden durar el resto de su vida. Algunos efectos secundarios ocasionados por el tratamiento pueden durar mucho tiempo o puede que incluso no se presenten sino hasta años después de haber terminado el tratamiento. Las visitas al consultorio médico son una buena oportunidad para que haga preguntas e informe a su médico sobre cualquier cambio o problema que note.

Informe al médico de inmediato sobre cualquier síntoma nuevo. Esto puede ayudar a su médico a encontrar el cáncer recurrente lo antes posible, cuando todavía es pequeño y más fácil de tratar.

Consultas médicas y pruebas

Si no hay signos de cáncer remanente, muchos médicos recomiendan que se haga un examen físico y algunas de las pruebas que se mencionan a continuación cada unos cuantos meses durante los primeros años después del tratamiento, luego cada 4 a 6 meses, aproximadamente, para los años siguientes. Puede que las personas que fueron tratadas por cánceres en etapas iniciales hagan esto con una frecuencia menor.

Endoscopia: A algunas personas se les podría hacer una endoscopia como prueba de seguimiento. Un régimen común es el siguiente:

  • Cada 1 a 3 meses durante el primer año después del tratamiento
  • Cada 2 a 6 meses durante el segundo año después del tratamiento
  • Cada 4 a 8 meses durante el tercero al quinto año después del tratamiento
  • Cada año después del quinto año de tratamiento

Dejar de fumar: Si tuvo dificultades para dejar de fumar antes del tratamiento, puede que su médico le recomiende recibir consejería y algún medicamento para ayudarle. Es muy importante dejar de fumar, porque incluso las personas con cáncer de glándulas salivales en etapa temprana corren riesgo de tener un nuevo cáncer relacionado con el tabaquismo si siguen fumando. Vea Manténgase lejos del tabaco y llame al 1-800-227-2345 para recibir más información sobre dejar de fumar.

Análisis de sangre: Si recibió un tratamiento con radiación al cuello, podría haber afectado su glándula tiroidea. Seguramente necesitará análisis de sangre regularmente para controlar el funcionamiento de la tiroides.

Estudios por imágenes: Se podrían utilizar radiografías de tórax y otros estudios por imágenes para detectar una recurrencia o un nuevo tumor, en especial si usted presenta nuevos síntomas.

Exámenes dentales: Las personas que se someten a cirugías y/o radiación también podrían presentar problemas de resequedad bucal y formación de caries, así que generalmente se les recomienda realizarse exámenes dentales. Se le podría recomendar utilizar saliva artificial (falsa) para la resequedad bucal.

Ayuda para tratar las dificultades para alimentarse y la nutrición: Algunas veces, los cánceres de glándulas salivales y sus tratamientos pueden causar problemas, tales como pérdida o cambio en el sentido del gusto, resequedad bucal o incluso pérdida de dientes. Esto puede hacer más difícil comer, lo que puede causar pérdida de peso y debilidad debido a la pobre nutrición.

Puede que algunas personas necesiten cambiar los alimentos que consumen durante y después del tratamiento o necesiten suplementos nutricionales para ayudarles a obtener la nutrición necesaria. Algunas personas incluso necesitan una sonda de alimentación en el estómago al menos por un corto tiempo durante y después del tratamiento.

Un equipo de médicos y nutricionistas puede trabajar con usted para ayudarle a atender sus necesidades nutricionales particulares. Esto puede ayudar a mantener su peso y a recibir los nutrientes que necesita. Puede que también le muestren ejercicios de deglución que le ayuden a mantener esos músculos en funcionamiento y aumentar su probabilidad de comer normalmente después del tratamiento. Si la resequedad bucal le dificulta comer, su médico puede recomendarle un sustituto de saliva o darle algunos medicamentos para ayudar a aliviar los síntomas.

Rehabilitación del habla, la audición y la deglución: La radiación, la cirugía y ciertos medicamentos de quimioterapia pueden resultar en problemas con el habla, la deglución y la audición. A menudo, un terapeuta del habla (un profesional capacitado para ayudar a personas con problemas del habla) los controla y trata después del tratamiento. Estos expertos tienen experiencia en problemas del habla y de la deglución. Pueden ayudarle a aprender a manejar estos problemas. Algunas personas pueden necesitar aprender nuevas formas de hablar. El terapeuta del habla puede desempeñar un papel importante para ayudar con esto.

También podría necesitar consultar con un ²¹³Ü»å¾±Ã³±ô´Ç²µ´Ç (un especialista en audición) para conversar sobre dispositivos para mejorar su audición, en el caso de que se haya visto afectada por el tratamiento.

Efectos secundarios de la cirugía: La cirugía en la mandíbula o el cuello puede provocar entumecimiento en el oído o la oreja, debilidad para levantar el brazo por encima de la cabeza y debilidad en el labio inferior. Si esto sucede, su médico puede derivarle a un fisioterapeuta, que puede enseñarle ejercicios para mejorar la fuerza y ​​el movimiento del cuello y los hombros.

Cirugía reconstructiva: La cirugía u otros tratamientos pueden afectar los nervios y otras estructuras de la cara y el cuello. Esto puede afectar su apariencia. Pregúntele a su médico sobre las opciones de cirugía reconstructiva que podrían estar disponibles para usted.

Mantenga un seguro de salud y guarde copias de sus informes médicos

Aun después del tratamiento, es muy importante mantener su seguro médico. Las pruebas y las consultas médicas son costosas y, aunque nadie quiere pensar en el regreso de su cáncer, esto podría ocurrir.

En algún momento después del tratamiento del cáncer, es posible que usted tenga que consultar con otro médico que desconozca sus antecedentes médicos. Es importante que guarde copias de sus informes médicos para que proporcione a su nuevo médico los detalles de su diagnóstico y tratamiento.

¿Puedo reducir mi riesgo de progresión o recurrencia del cáncer de glándulas salivales?

Si usted tiene (o ha tenido) cáncer de glándulas salivales, probablemente quiera saber si hay medidas que pueda tomar para reducir el riesgo de que el cáncer crezca o regrese, como hacer ejercicio, comer cierto tipo de alimentos o tomar suplementos nutricionales. Lamentablemente, aún no está claro si existen medidas que usted pueda tomar que sean útiles.

Deje de fumar: Se sabe que fumar durante el tratamiento del cáncer reduce el beneficio del tratamiento, lo cual puede aumentar su riesgo de que el cáncer regrese (recurrencia). Fumar también aumenta el riesgo de desarrollar un nuevo cáncer relacionado con el tabaquismo (vea Segundos cánceres debajo). Los sobrevivientes de cáncer de glándulas salivales que siguen fumando también tienen más probabilidades de morir a causa de su cáncer. Dejar de fumar para siempre es la mejor manera de mejorar su supervivencia. Nunca es tarde para abandonar el hábito.

Adoptar conductas saludables, tales como comer bien, hacer ejercicio físico de forma habitual y mantener un peso saludable podría ayudar, aunque nadie lo sabe con certeza. Sin embargo, sí sabemos que estos cambios pueden tener efectos positivos en su salud que pueden ser mayores que su riesgo de padecer cáncer de glándulas salivales u otros tipos de cáncer.

Suplementos alimenticios

Hasta el momento, ningún suplemento dietético (esto incluye vitaminas, minerales y productos herbarios) ha demostrado claramente que ayude a reducir el riesgo de que el cáncer progrese o regrese. Esto no significa que los suplementos no sean útiles, aunque es importante saber que ninguno ha demostrado que lo sea.

En los Estados Unidos, los suplementos alimenticios no están regulados como los medicamentos, pues los fabricantes no tienen que demostrar que son eficaces (o incluso seguros) antes de ser vendidos, aunque hay límites en lo que se les está permitido afirmar que pueden hacer. Si está considerando tomar cualquier tipo de suplemento nutricional, consulte con los miembros de su equipo de atención médica. Ellos pueden ayudarle a decidir cuáles puede utilizar en forma segura y evitar aquellos que puedan ser perjudiciales.

Si el cáncer regresa

Si el cáncer regresa (recurrencia), las opciones de tratamiento dependerán de la localización del cáncer, de los tratamientos que haya recibido anteriormente y de su estado de salud. Para obtener más información sobre cómo se trata el cáncer recurrente, vea Opciones de tratamiento según la etapa del cáncer de glándulas salivales.

Para obtener más información, también puede consultar Recurrencia del cáncer.

Cómo obtener apoyo emocional

Es normal que sienta cierto grado de depresión, ansiedad o preocupación cuando el cáncer es una parte de su vida. Algunas personas se afectan más que otras. No obstante, todas las personas pueden beneficiarse de la ayuda y el apoyo de amigos y familiares, grupos religiosos, grupos de apoyo, consejeros profesionales, entre otros. Conozca más en La vida después del cáncer.

Segundos cánceres después del tratamiento contra el cáncer de glándulas salivales

Las personas que han padecido cáncer pueden verse afectadas por una serie de problemas de salud, pero a menudo su mayor preocupación consiste en enfrentarse nuevamente al cáncer. Si un cáncer regresa después del tratamiento, a esto se le llama recurrencia. Sin embargo, algunas personas que han padecido cáncer pueden padecer un nuevo cáncer, no relacionado con el primero. A este se le denomina segundo cáncer.

Las personas que han tenido cáncer de glándulas salivales pueden desarrollar un segundo cáncer. Y, lamentablemente, recibir tratamiento contra el cáncer de glándulas salivales no significa que no pueda desarrollar otro cáncer. Las personas que han tenido cáncer de glándulas salivales aún pueden padecer los mismos tipos de cáncer que padecen otras personas. De hecho, ciertos tipos de cáncer y sus tratamientos pueden estar relacionados con un mayor riesgo de padecer otros cánceres.

Los sobrevivientes de cánceres de glándulas salivales pueden padecer cualquier segundo cáncer, aunque tienen un mayor riesgo de:

Los cánceres de pulmón y de cavidad oral también están relacionados con el tabaquismo.

Qué puede hacer para reducir el riesgo de un segundo cáncer

Deje de fumar

Los cánceres de pulmón y de cavidad oral están relacionados con el consumo de tabaco. Aunque no sea fácil de lograr, dejar el tabaco puede disminuir el riesgo de muchos problemas de salud, incluyendo otro cáncer. Las personas que dejan de fumar tienen un menor riesgo de padecer cánceres de pulmón, esófago, laringe, hipofaringe, cavidad oral y orofaringe que aquellas que continúan fumando. Consulte Cómo evitar el tabaco para aprender más sobre cómo dejar el tabaco.

Cuidado de seguimiento después del tratamiento

Después de completar el tratamiento contra el cáncer de glándulas salivales, usted debe consultar a su médico con regularidad. Su médico puede ordenar exámenes para identificar signos de que el cáncer ha regresado o se ha propagado. Estas pruebas también son útiles para detectar segundos cánceres, especialmente nuevos cánceres de glándulas salivales o de pulmón. Los expertos no recomiendan ningún otro examen para detectar cánceres secundarios en pacientes que no presentan síntomas. Informe a su médico acerca de cualquier nuevo problema o síntoma, ya que podría deberse a que el cáncer está regresando, a una nueva enfermedad o a otro cáncer.

Los sobrevivientes de cánceres de glándulas salivales deben seguir las guías sobre la detección temprana del cáncer de la American Cancer Society y mantenerse libres de tabaco. Fumar aumenta el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer secundarios, así como otros problemas de salud.

Para ayudar a mantener una buena salud, las personas que han padecido cáncer también deben:

  • Lograr y mantener un peso saludable
  • Mantenerse físicamente activos y limitar el tiempo que pasan sentados o acostados
  • Seguir un patrón de alimentación saludable que incluya muchas frutas, verduras y granos integrales y limite o evite el consumo de carnes rojas y procesadas, así como de el de bebidas endulzadas con azúcar y alimentos altamente procesados
  • No beber alcohol. En caso de hacerlo, las mujeres deberán no tomar más de una (1) bebida por día, o dos (2) bebidas por día para los hombres

Estas medidas también pueden reducir el riesgo de algunos otros problemas de salud.

Vea Segundos cánceres para obtener más información.

Equipo de redactores y equipo de editores médicos de la American Cancer Society

Nuestro equipo está compuesto de médicos y enfermeras con postgrados y amplios conocimientos sobre el cáncer, al igual que de periodistas, editores y traductores con amplia experiencia en contenidos médicos.

Brown LM, McCarron P, Freedman DM. New Malignancies Following Cancer of the Buccal Cavity and Pharynx. En: Curtis RE, Freedman DM, Ron E, Ries LAG, Hacker DG, Edwards BK, Tucker MA, Fraumeni JF Jr. (eds). New Malignancies Among Cancer Survivors: SEER Cancer Registries, 1973-2000. National Cancer Institute. NIH Publ. No. 05-5302. Bethesda, MD, 2006. Accessed on 4/25/2021 at http://seer.cancer.gov/archive/publications/mpmono/MPMonograph_complete.pdf.

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Actualización más reciente: marzo 18, 2022

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